Curbelo: “Canarias no puede pagar parte de la factura de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea”
26 noviembre, 2018
El portavoz de ASG advierte al Ejecutivo autonómico de que las ayudas estructurales a las Islas por su condición de lejanía y ultraperiferia están en peligro y pide que no se rompa el pacto firmado con Europa hace 27 años
Casimiro Curbelo lleva este asunto al Pleno de este martes para que el Gobierno canario defienda estas cuantías esenciales en Bruselas y se evite que el Brexit merme la cohesión social y la igualdad de oportunidades
El portavoz de Agrupación Socialista Gomera (ASG) en el Parlamento de Canarias, Casimiro Curbelo, advierte al Gobierno de Canarias de que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea tendrá importantes consecuencias en el presupuesto comunitario, por lo que asegura que las ayudas estructurales que reciben las Islas por su condición de región ultraperiférica (RUP) se encuentran en peligro.
Por ello, Curbelo trasladará este importante asunto a la sesión plenaria de este martes, con el objetivo de instar al presidente del Ejecutivo autonómico a que transmita con entereza y decisión este mensaje a Bruselas y a Madrid para que, “en ningún momento, los acuerdos que se firmaron en 1991 se conviertan en papel mojado”.
“Canarias no puede pagar parte de la factura del Brexit porque necesitamos estos fondos para avanzar hacia nuestra cohesión social y garantizar la igualdad de oportunidades de todos los canarios”, sostiene.
El portavoz de ASG destaca la importancia de estos fondos que han permitido mantener las subvenciones a la agricultura de exportación, a la industria o a los costos del transporte de viajeros y mercancías “para dar respuesta a las necesidades que demanda el Archipiélago y que se palíen los efectos de la lejanía, al tiempo que se alcanza la convergencia y un nivel de desarrollo que nos iguale al resto del continente europeo”.
En este sentido, pide que se avance “para afianzar estas ayudas que son un derecho de los canarios y no un privilegio, a través de su anclaje en la Constitución para no depender de vaivenes políticos y no tener que explicar una y otra vez nuestras singularidades, cada vez que cambia el interlocutor con el que se negocia”.